Historia

RESEÑA HISTÓRICA
Por Silvia Esther Villalba

   Artículo extraído de la Revista “El
Maestro de Música”, Año II Número 3 – Junio de 2001

40° ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN INSTITUTO SUPERIOR DEL PROFESORADO DE MÚSICA «PROFESORA LILIA YOLANDA PERENO DE ELIZONDO» (1961 – 2001)

“Volveremos a brindar por todo lo que se pierde y se encuentra: la libertad,… la alegría y ese cariño oculto, que nos arrastra a buscarnos a través de toda la tierra”. 

Miguel Hernández

 

En tiempos tan difíciles como los que vive hoy la Educación Argentina en general, y la Educación Artística en particular, la cita de Hernández, escrita desde la cárcel (en la que finalmente encontró la muerte), nos devuelve la fe, y nos recuerda el valor supremo de la vida, al mostrar que los obstáculos no impiden la historia, y que es posible creer en sueños y utopías.

 La historia del Instituto de Música del Chaco, nos revela lo que muchas personas se permitieron soñar: que los niños y jóvenes de esta provincia, descubren y cultivan su vocación musical. Por eso, en el 40º aniversario de su fundación, esta breve reseña histórica, es un homenaje a los hombres y mujeres que nos legaron esta Institución.

Los antecedentes de su creación, los encontramos en enero de 1955, cuando un visionario italiano llamado Luis Omobono Gusberti -Director de la Banda Municipal de la ciudad por aquel entonces-, inició con los auspicios de la Subsecretaría de Educación y Cultura de la Provincia del Chaco, una incipiente Escuela de Música, a fin de capacitar instrumentistas que pudieran integrar la mencionada Banda. Por esta razón, originalmente sólo se enseñaron instrumentos de vientos, conjuntamente con la cátedra de Teoría y Solfeo.

Dada la relevancia que alcanzó el proyecto, otra soñadora, Doña Lilia Yolanda Pereno de Elizondo -entonces Directora de Extensión Cultural-, inició los trámites correspondientes para oficializar los esfuerzos, y con el auspicio del Consejo General de Educación, por Resolución Nº 367 del 9 de mayo de 1961, nació la «Escuela Provincial de Música», comenzando  sus clases el 1° de agosto de 1961, con aproximadamente 35 alumnos (incluyéndose la cátedra de violín además de las ya mencionadas).

Para desarrollar las tareas de Director Organizador de la flamante Institución, la Provincia contrató al Compositor cordobés Eduardo Bértola, quien llegó en 1962. Bajo su gestión,“la escuelita” pasó a depender de la Inspección General de Enseñanza Secundaria, otorgando dos títulos de validez oficial -Profesor de Instrumento y Profesor Normal de Música y Canto Coral-,  funcionando en tres turnos -mañana, tarde y vespertino-, y abrió nuevas cátedras en variados  instrumentos.

Así, en 1965 egresó la primera promoción de profesoras, las Sras. Perla A. de Sasbón, Wilma D. de Rey, Julia G. de Quaranta, Marina P. de Alonso y Alí Lucia V. de Bendersky; quienes inmediatamente pasaron a integrar el plantel docente estable de la Escuela de Música. Se consiguió un año después, la implementación de  nuevos Programas de estudio, a efectos de cumplir con las exigencias del Reconocimiento Nacional de Títulos, adecuándose los mismos a los del Conservatorio Nacional «Carlos López Buchardo».

Un hecho significativo, fue la creación de la Orquesta de Cámara del Instituto, la que en 1967, bajo la dirección del Maestro Eduardo Bértola, quedó integrada por profesores y alumnos del establecimiento. Dicha agrupación, sirvió como base para la posterior formación de la Orquesta Sinfónica de la Provincia del Chaco, organismo que continúa trabajando en estrecha colaboración con esta Institución, por estar conformada en la actualidad, mayormente por nuestros profesores y alumnos.

En 1968, el Establecimiento pasó a funcionar en el actual edificio propio, incluyéndose por entonces el Curso de Iniciación Musical y se forma la Asociación Cooperadora (hasta hoy brazo fundamental en la organización de actividades que posibilitan el mantenimiento de instrumentos y material pedagógico), la misma organizó a su vez la Biblioteca y Discoteca escolar.

Al tener en cuenta la trayectoria de nuestro Instituto, las Autoridades Provinciales lo convirtieron en 1983, en Instituto Superior del Profesorado, se continuó desde entonces con la formación y capacitación docente en el área música con tres carreras con salida laboral: (CAPACITACIÓN INSTRUMENTAL, MAESTRO DE MÚSICA CON ESPECIALIDAD INSTRUMENTAL, Y PROFESOR DE MÚSICA CON ESPECIALIDAD  INSTRUMENTAL).  Con el cuidado permanente en la labor de difusión de la música universal, latinoamericana, nacional y regional. En la actualidad, esta tarea se concreta a partir de la labor de solistas, coros y grupos estables de cámara, contando con cátedras especializadas en la mayoría de los instrumentos musicales, un Taller de canto lírico y de cámara,  un Taller para Ciegos y Disminuidos visuales.

Una mirada retrospectiva a estos 40 años de continua labor, nos confirma el reconocimiento nacional e internacional de nuestros alumnos y egresados (Concertistas, Compositores, Directores de Coros, Orquestas, Bandas, etc, ganadores de Becas,  Concursos, y premios por sus composiciones), muchos de los cuales forman parte del cuerpo docente que brinda calidad y jerarquía a la enseñanza impartida. De esta manera, los objetivos fundacionales básicos se mantienen intactos, preservándose el legado artístico de aquellos que prestigiaron a la Institución durante tantos años, manteniéndose vivo el deseo de contar con el apoyo gubernamental y de toda la comunidad chaqueña. Para poder así,  encauzar las vocaciones de las jóvenes generaciones, brindándoles la formación necesaria para desempeñar con eficacia y responsabilidad  las tareas propias del quehacer musical.

LOS FUNDADORES

Por Silvia Esther Villalba

“La Historia, es la biografía de grandes hombres”

Carlyle

Esta nueva entrega referente a los 40 años de historia de nuestro Instituto, se basa en una visión de la historia como «ciencia de los hombres en el tiempo y de las sociedades en movimiento, del cambio y sus modalidades«.

Esta proposición, que hace referencia al tiempo como pasado, presente y futuro, establecen el concepto de que todos somos y hacemos historia, ya que nada sucede al margen del tiempo y del espacio. Por lo tanto, si lográramos reflexionar permanentemente sobre dichas dimensiones, llegaríamos a conformar nuestra conciencia histórica, dando respuesta también a interrogantes existenciales como: qué somos, de dónde venimos y a dónde vamos. En esto radica, pues, la importancia de construir la conciencia histórica, ya que a partir de ella, se nos revela la temporalidad de nuestros actos y producciones, ampliándose nuestros horizontes hasta traducirse en acciones concretas.

Esta concepción es todo lo contrario a lo que los intelectuales de moda afirman, cuando decretan el fin de las ideologías y las utopías. Ejemplo de ello es precisamente esta Institución, es el resultado concreto de un puñado de visionarios que hicieron converger sus esfuerzos para convertir en realidad los sueños de un espacio formativo, destinado a todos aquellos que manifestaran inclinaciones musicales en suelo chaqueño.

Partiendo de esta base y con el objetivo de colaborar a la construcción de nuestra conciencia histórica, presento a continuación, sintéticamente, las biografías de tres de los pioneros de nuestra Institución: Luis Omobono Gusberti, Lilia Yolanda Pereno de Elizondo y Eduardo Bértola. 

31 de mayo de 2005